Jonathan Moreno Esquivel

De Hojas Doradas

Otorga a la angustia ningún aliento o reflexión,

sana en favor de la casa atlántica;

las estaciones en interminable lealtad

se desvanecen en la soledad de los prisioneros.

 

Alcanza el trueno en tu sueño

y cruza la puerta de concrescencia

para desvanecerte a la luz de las hojas doradas,

tu flama íntima en cándor abrasa.

 

Camina entre las penas, ya que son meros gritos

y cabalga a lo largo de los vientos de lados orientales.

Porque el tiempo es breve y la vida es alta,

y deja que el miedo se reduzca a recuerdos pavimentados.