Eres el sol de mis días,
la luz que ilumina mis mañanas,
contigo la vida brilla en armonía,
no hay sombras que la apaguen.
Sol que brilla radiante entre mis ojos,
que me quema la piel de amor anhelante.
Mi sol dorado,
que me hechiza en sus ojos,
en su magia varonil,
en su sonrisa de niño puro.
Sol de mis días,
nunca apagues tu luz en mi vida,
que sin ti mi alma vaga errante, perdida.
No halla calor en otros brazos.
Mi sol radiante,
llévame en tus crines de oro,
envuélveme entera en tus ternuras,
contigo me sumerjo en tus llamas sin miedo,
hallo mi paz, mi alegría, mi vida plena.
Contigo me siento princesa de fuego,
en llamas doradas de estrellas.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados