Luisgarcia30

La escarcha estaba en la flor.

Paseando encontré una rosa,

escarchada por el frío y por la lluvia,

abandonada, marchitádose sola.

 

¿Qué hacía ahí la rosa, helándose de melancolía

en aquella noche de febrero? 

Necesitaba una mano que la regara de vida...

 

Necesitaba poder ayudar a bajar el cielo,

desatando a los corazones encantados,

coloreando un poco las sombras grises del suelo.

 

Y, qué mejor, amiga, ¿qué mejor mano 

que la tuya, tan artística

que llenaría de luz todos sus pétalos?