Nasdlo F. Real

Viajero

Emprenderé mi último viaje

y nadaré desnudo en la locura.

Nada hay que me detenga.

Si por pena me pides

recorrer tu cuerpo a oscuras,

ocuparé mi lengua de linterna.

 

Llegaré a la cima de tus senos,

y abanicarás tus pestañas

para que el calor de tu mirada

pueda acudir a mi encuentro.

Bajaré de tu monte en llamas

para saciar mi sed

en la taberna de tu ombligo.

Cuando creas que ya he bebido demasiado,

invítame a reposar entre tus piernas.

 

Prometo lo que puedo

lo que quiero y pretendo en ti.

Nada más te pido

y no pienses que exagero,

aunque pueda parecer un extranjero

haciendo desfiguros en una piel extraña,

sabes bien que no es así.

Resumiendo mi vida de viajero

te confieso que tu boca es el Oasis

que he buscado en todos los desiertos.