ADANS BECMAN

LA LECHE DE TUS PECHOS...

La leche de tus pechos, que bebí cuando pequeño

me dierón fortaleza y ánimo para vivir

fué una fuente de esperanza, sabor a miel en mi boca

y esa esencía es maná para mí

curó el dolor de mis venas, casi rotas

y en esa batalla de sufrimiento , yo vencí

es verdad, que es amarga la derrota

en el campo de batalla yo me ví

en mi mano la ensangrentada espada

sudor y lágrimas en el yermo y en mi cara

fuístes el amor sin palabras, de mi alma el elíxir

y es verdad que caí una y otra vez

pero tu me distes la mano y me levanté

y gracias a tu amor y tu ternura, yo vencí

y hoy con todo el cariño del mundo

yo, con lágrimas te recuerdo así

mamándo en la fuente de tu pecho

aquel dulce aroma de flores carmesí

y soñaré con las estrellas, que alumbrarón

aquella tan tierna escena, una noche de frío eterno

y el sonajero de papel sobre la cama

y una habitación humílde y sencilla

y una pálida luz de aceite, sobre la pobre mesilla

triste escenario, calvario de un poeta gris

pasarán los días y los años y nunca lo olvidaré

porque aún llevo en los labios aquel dulce sabor a miel

y que sirva de testimonio mi rosarío de palabras

adorando el seno de aquella dulce mujer

que me dió el corazón y la vida y el alma

con la leche de sus pechos, que cuando pequeño yo bebí

un surtidor de esencias y colores, una explosión

un manantial de mil amores para mí...

 

 

A mi madre.