Eduardo Ávalos

Desconcertado

Existe un recuerdo
Que me estremece durante la fría y solitaria noche
En un lugar inhóspito, dentro de mi yace
Un trozo de mi alma rota

Veras mi amada
Que encuentro al tiempo, tan inútil,
Y a la esperanza, un placebo
Y a aquel amor, una simple mentira

Mi felicidad es efímera,
Y tal como la arena, que al tomarla
Después de un simple suspiro
Se escapa de entre mis dedos

Las viejas melodías son ahora
Sonidos insignificantes,
De ecos envolventes
Que me abrazan en la noche

Como tus manos amada mía,
Fríos recuerdos que tocan mi piel,
Y que en mis ojos hacen resplandecer,
Los recuerdos de nuestro ayer.

El pecado es exquisito
Como lo dulce de tu boca,
Y mejor, si es entregado por un angel,
Querida mía, todo es confuso ahora.
Incontables cuestiones en mi existen,
Menos el olvido del ayer,
Y en mi mente preguntas retumban,
Dime, ¿sigues siendo un ángel?