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Ella era feliz, si, ella era feliz

Antes, al ver el amanecer una hermosa sonrisa iluminaba su rostro, ella era feliz, si ella era feliz, pintaba su rostro de alegría y agradecía a Dios por darle un nuevo día, rodeaba su habitación con cantos, y el optimismo en su mirada alumbraba los momentos grises y negativos que la acosaban.

 

Lloraba, reía, pensaba y soñaba con un futuro rodeado de colores sin saber qué tal futuro era incierto, pero soñar, le daba esperanzas, y esa esperanza la mantenía fuerte ante las tormentas y los azotes de la vida, pero ella era feliz, sí, ella era feliz.

 

En un momento inesperado el amor tocó a su puerta, llegó alguien a su vida, sin pensarlo y muy apresurada lo dejo entrar en su cielo lleno de arcoíris, con palabras endulzadas, y caricias fingidas, quedó segada ante la oferta de un amor nefasto, cuyas intenciones eran cortar las alas que la hacían volar pero ella era feliz, Si, ella era feliz.

 

Sumergida en ese amor cortante e hiriente, y lleno de promesas incumplidas, no se dio cuenta de que su cielo ya no era de arcoíris, no se dio cuenta de que las nubes ocultaban el sol que la hacía un brillar, pero ella pensaba que era feliz, si, ella creía que era feliz.

 

Sus pupilas estaban gastadas de tanto llorar ya sus ojos estaban hinchados por los golpes crueles de un ser despiadado, ella quería volar, ella quería soñar, ella quería ser libre de las cadenas que su opresor había puesto sobre ella, pero el temor a las amenazas callaron la voz dentro de ella que quería gritar a voz en cuello para que alguien la ayudara, porque se dio cuenta de que no era feliz, no, ya ella no era feliz.

 

En el momento en que ella decidió actuar, en el momento en que decidió pelear, en el momento en que decidió recoger sus lágrimas y huir, fue cortada cuál arranca una flor su vida, y consigo los sueños y anhelos que una vez existieron en un corazón, que por el descaro de un pernicioso homicida dejo súbitamente de palpitar.

 

Ella era feliz, si, ella era feliz...

 

Bianny Ramirez