ALVARO J. MARQUEZ

PRESENCIA DE DIOS

 

“No me importa cómo se llama,/ tampoco me importa ninguna historia dudosa./ Sea quien sea, siento que me ama…/ y esa sensación… ¡es maravillosa!”.

 

Para mí, la real presencia de Dios está

en el vaso de agua que quita mi sed,

no en la imagen que observo por allá

ni en el crucifijo colgado en esa pared.

 

Él está en la brisa que hoy me refresca,

en el alimento que mi hambre calma;

no en el rezo que aunque útil parezca,

no llega hasta Dios si no sale del alma.

 

Dios está en la generosidad no discutida,

en la sombra que me cubre si el sol arrecia;

en mi respiración… ¡en mis signos de vida!,

en quien pese a mis errores, me aprecia.

 

Hay presencia de Dios en un bebé que nace,

en cada perdón que sin rencor se concede;

en la bondad de cualquiera que me abrace,

en quien desea ayudarme pero no puede.

 

Hay presencia suya en el universo infinito,

no en quien murmura un rezo y dice “amén”.

Para que Dios esté no hace falta ningún rito,

Dios debe ser poderoso.., y humilde también.

 

No está Dios en ningún hábito mal usado,

ni en una bendición que sin moral se da.

Está en quien te alumbra si estás apagado

o en quien te ve caído… y a ayudarte va.

 

No está Dios en amenazas de infiernos,

ni en guerras inútiles, está en la justicia.

Hay presencia de Dios en sentires eternos,

en quien ve que lloramos y nos acaricia.

 

No ve a Dios sólo quien no lo quiere ver,

en la vida su presencia de mil formas se nota.

Es amor que llena tu alma, llena tu ser…

Elíxir de vida divino que se bebe gota a gota.

 

No soy religioso y ya ni siquiera voy a misa,

no critico, no juzgo a Dios, no soy quién;

pero noto su presencia… ¡mira tu sonrisa!

logro percibir que en ella está Dios también.

 

 

Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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