Nancy Hernandez

Guardianes de la fuente

Vi tres caballos blancos,
en los que tres ángeles cabalgaban
alrededor de una inmensa fuente,
que desde el suelo brotanban claras aguas,
cuya fuente, hacían un manantial impresionante.
Sobre pastos verdes caminé,
camino real el que crucé.
Las montañas bañadas
del vapor de manantial,
mis ojos llenaban con claridad.
como algodón, su blanca piel,
oro sus cabellos,
y el azul del cielo adornó,
los ojos de los cada jinete,
el los que mi miedo reposó.
Camino hacia la luz,
haciendo arriba la escalera,
un paso adelante, otro hacia arriba,
me arrepentí de seguir.
Tres ángeles me acompañaron,
preferí seguir mirando aquella maravilla,
con más fuerza brotaron las aguas,
respiré el oxígeno puro de la vida.