Alejandro José Diaz Valero

Las dos rosas (Parte I, Preámbulo)

 

Dos rosas me dieron, que maravilla

y yo las  tuve juntas a mi lado

una de ellas de color rosado

y la otra, amigos,  era amarilla,

ambas, como en altar de capilla

me dieron su bello resplandor

pero la amarilla fue apagando su color

y rápidamente sus pétalos morían…

Y la rosada, nada que sucumbía

mantuvo su belleza exuberante;

seguía de pie, orgullosa y radiante

por algo más  de doce días.

 

La rosa amarilla perdió su trono

y cayó derrotada en breve tiempo

y sus pétalos sirvieron al momento

a la rosa rosada como abono….

La rosada se mantuvo, y no se como

a pesar de sufrir un clima adverso,

por eso les escribo estos versos

porque con ello quiero destacar,

que cuando una comenzó  a marchitar

la otra mantuvo sus pétalos tersos.