LUIS ADONAY VENEGAS LEYTON

Una ramita de romero...

Solo una ramita de romero…

 

Cuanto tiempo colgado de un instante,

cuanta vida mala y buena

deslizándose en el tobogán de la existencia

de todos… sin detenerse

sintiéndolo en el alma…

en el corazón y en el recuerdo…

 

Guardarlo con respeto por ellos,

Raíces, tronco y sustento.

Arquitectos imaginando caminos,

construyéndolos con barro piedra y agua,

surcos de tierra germinando espigas

y flores con néctar…

 

Fueron  aquellos, ellos y somos nosotros

para mostrarnos como tientos de su mismo cuero…

queriendo ser semilla para ser sembrada

y esparcida sobre tierra fértil

en la carrera rápida del galopar del tiempo

con sello de orgullo de ser parte

que se suma, que se integra,

que cubre rostros que trasluce

estructura y rostro de familia

siga latiendo,

sin dimensionar la amplitud del latido

solo guardarlo con amor y respeto…

 

Arropar y cobijar los momentos,

las briznas de esa sus vidas

para hacerlas propias

y sentirse dueño como brote

formando parte del todo

de sus vidas y existencia…

 

una bicicleta, una barreta

 y beber el agua de sus vertientes,

para hacer su pan que también fue nuestro

 

Un simple recuerdo que no valida monedas;

porque representa cielos…

Orgullo de ser parte de ese cuerpo

aunque sea solo  una pequeña,

una simple ramita de romero

arrancada del huerto del jardín de la existencia

para cobijarla entre páginas

de una deshojada libreta

donde se guarda y se anota

el galopar del tiempo...