Ramón Luzardo

CATRE DE ROSAS

Como pétalos tus cabellos sobre el colchón

y la madrugada se hacía cada vez más pequeña

yo nacía nuevamente en tus ojos

como pájaro que se pierde en el horizonte.

 

Y el agua dulce de la mañana incierta

hacía latir mi corazón

se estremecía por tu ausencia

mientras te busco en la página 163 del libro de Ali.

 

Y quiero verte de nuevo

sentir tus manos húmedas sobre los huesos

mientras hacemos el amor

con la libertad profunda de tu vientre.