Nohelia Menjivar

Una noche de domingo

El conticinio de esa noche de domingo con una suave llovizna;

y el silencio sublime que da a mi alma tranquilidad.

Te apoderas de mi mente sin quitarme la calma.
Haces que sienta pasión.

Pasión que recorre mi piel.

Quiero acariciar tu hermoso rostro,
trato de comprender tu belleza

que anhelo contemplar ha cada segundo;
veo reflejado en tus ojos lo que provocas en mi, con la perfección que desprende tu piel.

Recuerdo la finura de tus labios delgados,

complementan tu majestuosa sonrisa.

¡Que más quisiera yo!

Embriagarme con el sabor de tus labios y sentir la suavidad que expresan,
con su rojo de tonalidad oscura y calidez
como las gotas que caen en los árboles esta noche de domingo.