Flor Erendira

Cóncava y convexa.

Te he visto en el silencio de las hojas secas de otoño

Te mire en el horizonte de un atardecer en la playa

Te vi en mi infancia persistente a mi lado

Te tome cariño, no me haces daño

A lo largo de mi vida te he mirado muchas veces

Siempre gris y fría, demasiado rígida demasiado sombría...

No me asustas, eres el  recuerdo de su compañía

Soledad dulce compañera de lágrimas y risas

A veces convexa, tan profundamente convexa

Tan honda en mi interior que no encuentro donde empieza

Otras más tan cóncava, tan alta, tan lejana

Tan inalcanzable en el tumulto de gente

Aun en compañía me encuentras silente y pensante

Mirando la gente pasar… ausente

Aún rodeada y querida,  llegas y te posas erguida

Reclamas tu presencia ausente en mi vida

Me llenas el alma, me embriagas el pecho

Soledad dura maestra, no caigo en tu jugarreta

Te he mirado bien, no engañas a esta prieta

Te vi acariciándome el pelo, tu tan tierna

Te vi afligida junto a mi mientras yo sufría

Te vi sabia, también te vi querida

Te vi en la tempestad enseñandome a andar

También te vi acompañandome una tarde de paz

Soledad, mi querida soledad…

 

 

Flor Hdez. México