Esterik

Lágrimas en un hermoso día

Las lágrimas arruinan

el mejor día de mi vida,

caen sin sentido

y sin ser invocadas.

 

No lloro porque nadie me comprenda

o porque nadie comprenda mis lágrimas

pues ni siquiera yo sabría decirlo

pero la tristeza de quien fracasa

vuelve y me abate.

 

Tal vez solo soy un niño tonto

que cree que puede cambiar el destino

pero no es más interesante

el que más conoce

o más divertido

el que más lo piensa

o incluso más amado

el que más ama.

 

Probablemente sea el único

que entienda estas lágrimas

que en un día tan feliz

me recuerdan que simplemente

hay gente que nació para ser feliz.

 

Y éstas lágrimas me excluyen otra vez

del estado de progreso y satisfacción

que busco y anhelo

cuando me preguntan sobre el futuro.

 

Sé tu mismo dicen todos,

respuesta rápida y automática,

si hubiera un libro que me dijese cómo

no dudaría en leerlo.

 

Pero quiero luchar contra el destino

porque no creo que todo mi camino

sea un silencio, una esquina,

una casa, una deuda y una oficina.

 

A veces me pregunto

si mis padre me quisieron así de imbécil

que llora por nada

y sufre por todo

 

Que no sabe por qué lo siente,

pero le duele.

Que no sabe porqué fracasa

pero no avanza.

Que no sabe del futuro

pero le teme.

Que lo tiene todo

pero no tiene nada.

 

Que ama con fuerza

y aunque le duela,

vive con la esperanza

de encontrarse otro día con ella.