Intensa.loretta

Ese momento

Nos encontramos, aún no lo creo,
era una hermosa tarde de febrero.
Tenernos libres por un momento,
lo que queríamos, pero en silencio.

No era nuestro primer encuentro,
y si era el último no lo sabremos.
Aún me sentía nerviosa por tenerlo
como si fuera primero, en el tiempo.

Hablamos poco, quizás por nervios,
igual nos encontramos sólo por sexo.
Él, perfecto, siempre seguro y correcto
me hizo sentir cómoda con un beso.

Entramos al cuarto y nos convertimos,
se despejaron los nervios, y fuimos dos.
Él, natural y sincero, me desnudaba a besos.
Yo, tímida y deseosa, me entregaba a ellos.

Sus manos se aferraban a mi piel,
yo me dejaba fluir, deseaba todo de él.
Su calor, su cuerpo, sus manos, sus besos.
Mi anhelo, mi sueño, sólo quería tenerlo.

Era nuestro momento, desnudos sólo los dos.
Sin cadenas, ni presión, nos miramos con pasión,
nuestras pieles empezaron a elevar el calor,
su erección y mi humedad no pedían perdón.

Fueron sus besos que sembraron mi alma,
su lengua suave, buscona me llenaba de ganas;
mi cuerpo se entregaba, gozaba, disfrutaba...
despejaba la mente y de goce me empapaban.

Saboree su piel, cada rincón de su cuerpo toqué;
me perdí en su falo erecto, lo deguste con poder,
y nos combinados para comernos en placer...
Controlar el hambre, para de gula, no perecer.

Enajenados y sedientos, en gemidos envueltos,
mis manos y piernas aferradas a su cuerpo;
entramos en ritmo, el fuego nos va consumiendo
resistiendo a irnos disfrutamos el momento.

Sublime e inverosímil cada empuje y jadeo,
me llenan de insensatez, me voy perdiendo.
Lentifica su ritmo, impacienta mis anhelos,
la sangre se amotina por la quietud del meneo.

Retoma su marcha, sabe que lo estoy pidiendo,
me mira, sonrie... disfruto de este momento.
Toma control de nuevo, quiero su nectar dentro,
sentirme en el cielo habitando los infiernos.

Mi caverna haciendo eco pidiendo mas,
su falo queriendo explotar, sin poder tolerar.
Vehementes y lujurioso, ¿para qué soportar?
liberamos las ganas y nos dejamos acabar.

Me mira, sonrie y me abraza.
Quizás no fue solo sexo, hubo más.

Escrito 20.02.2018