Johan Molobo

Tosco adiós

Noté que no estabas más,
cuando abrasé tu vacío;
y me duele porque seguís siendo
el primer contacto de mi agenda.

 

 

 

 

 

Nuestros vagones ahora viajan
por paisajes heterogéneos,
aunque salgan a la vez cada día y
regresen a la misma estación.

 

 

 

 

 

El calor de esta casa me aplasta,
todas las sonrisas me apuñalan,
porque mi corazón ciego
es inmune a los espejismos.

 

 

 

 

 

Ni orden, ni belleza, ni arte
hay en esta carta que te dejo,
pero la escribo porque creo
que aun le cabe un ultimo te amo.

 

 

 

 

 

Tendría más palabras tal vez,
si la destreza mía alcanzara
para cercar en versos la tormenta
que me aflige, pero no.

 

 

 

 

 

 

Llegó el tiempo ya de desenredar
nuestros cometas, sanar las alas,
y que el viento, mi vida, te lleve
a mejores puertos , sin más, adiós.