Carlos Justino Caballero

GAJOS DOBLADOS

Doblados los gajos,

en la tarde oscura,

parece que sufre

y se inclina el durazno             

                   con sus flores blancas.

 

Y en silencio gimen,

en tarde con lluvias,

los gajos curvados

en tanto se empapa        

              su mantilla blanca.

 

Y en su agobio alaba,

inclinado al barro

con sus gajos curvos,

que lo doble el agua          

                  en sus flores blancas.

 

 

De mi libro “De cumbres y de abismos”. 2007 ISBN 978-987-9415-23-8