Catelgood

En Esos Días...

Yo sé que tantas cosas hay que te ocupan,

que no puedes atenderles a todas ellas.

Pero hay días de estulticia, que estupran

la menor de mis cosas, sobre todo las bellas.

Será que el cansancio grosero me atosiga

o será la rabia impotente me traiciona,

me convierte en furiosa persona mendiga

de una sonrisa, que el odio me encona

 

Porque hay días en que las flores no abren

y el sol de todos, se esconde para algunos

El alma nos envejece, sin manos que labren

los surcos, que se convierten en ayunos

Y en esa hora fatal, requerida compañera,

cuando las nubes bajas, se ensombrecen

es cuando más faltas, cuando menos esperas,

ser el bálsamo que mis heridas merecen…

 

Porque escrito está con mi propia sangre

el juramento de ser tu sostén y tu abrigo

Ser el palio de tu frío, el sacio de tu hambre

tu mejor compañero, tu techo y tu postigo...

Pero hay días aciagos, compañera requerida

Que sólo de tristeza y necesidad habito…

y es en esos espasmos tristes de la vida,

que más compañera y más feliz, te necesito...