Sueños de la inocencia,
por siempre en la memoria de la infancia,
que padres con paciencia,
cumpliendo, con cariño y con constancia,
les pintan a sus hijos grandes alas.
Pues grande es el amor,
quitando del camino hierbas malas,
cubriendo de color,
tropiezos con algún mal desatino.
Así debiera ser,
la vida de los niños, su camino,
que todos disfrutasen,
a la hora de comer,
y padres amorosos que velasen,
su sueño mas profundo,
de nubes de algodón y caramelo.
¿Acaso es utopía,
vestirse de ilusiones por los niños?
pues ellos este mundo,
lo visten de alegría,
invitan a su vuelo,
con juegos, con sonrisas y con guiños.
Dolores Egea ( Lolaila)