alejandro fozar

XLIV. Amar en Valdéz

 

Marisquera de mi ría desolada

venida de algún país que no se nombra

libras a deshoras tu barca anclada

serenatas a bordo de mis sombras.

 

Marisquera que besas de pies y manos

que recortas en el sur una caleta

que al horizonte los perros más rayanos

hocican contra la luna su saeta.

 

Te vi de rodillas como un ancla abandonada

prendiendo los ojos en el frío 

y me amaste con tu salitre en esa estera

 

como ama quien se sabe abandonada

por cuatro vientos crucifijos que me estrío 

a mar huelen mis llemas todavía... marisquera.