Felices cuarenta y veintiocho febreros,
y espero verte pronto en nuestro Luna,
aúnque en Cancha de Boca no toques,
dichosa seré de disfrutar tus versos.
Hace casi tres décadas que me acompañas.
Con eclipse de mar y mentiras piadosas conquistaste mi alma.
Era sólo una adolescente, ya sabes, porteña y argentina
de esas capaces de tatuarse con tinta china \"te amo Sabina\".
Crecí con tu música y letras, que marcaban mi vida,
al escuchar \"con la frente marchita\" piel de gallina
y con el corazón a brincos, te gritaba \"aquí estoy, Sabina\".
Era adolescente, pero vibraba con tu compañía.
Eres la mezcla perfecta de amores y desamores,
de pasiones con excesos, de aciertos y decepciones,
de deseos carnales hechos poesía en tus manos
combinación de muchas vidas vividas sin despilfarro.
Sin saberlo compartiste mi vida, mi poesía, mis vigilias.
Acompañaste mis días de infortunio y los de dicha...
y aquí estoy plasmando en mi humilde poesía
un poco de gratitud hacia mi JudaS por su buena compañía.
Escrito 12.02.2017