Adrian Labansat

DES POSESIONES

A la hora de traducir el tiempo

sentado sobre  el escondite que me oculta

en cierta posición para saberse solo

intentando escapar del miedo,

no quiso irse.

 

¿Será necesario llorarlo todo?

aserrarse esta tarde

delante de árboles caídos

con todos sus siglos,

signando desapariciones

sobre los tránsitos de la memoria

hasta la noche que habitaremos.

 

Par de ojos mirando al futuro

resuénan el paso cabalgadura de los días,

este cuerpo, en esta forma,

esta identidad artificiosa.

 

Poseo un par de tardes últimamente

esta tos,

la rinitis fastidiosa,

esta máquina de escribir,

los calcetines rotos que zurciré

como testamento,

otras cosas me poseen y me postran.

 

Mandan y dominan

días largos y negros.

 

No asistiré a mi funeral,

que mis amigos se gocen sin mí,

hagan de mi un santo

canonizado por su lengua,

pongan ese cuerpo en una caja

de cartón como una piñata,

ha dejado de ser mío,

lo dejo con su tos y su rinitis

con su llanto llano y sus días largos y negros,

con los calcetines puestos y bien zurcidos,

dejo la máquina de escribir

para que alguien la convierta en una pianola,

me estoy saliendo de esta carne

ahí quedan los huesos

paguen con eso sus impagables deudas.