Vicente Martín Martín

También tienes derecho a equivocarte

También tienes derecho a equivocarte

y hacerlo incluso adrede,

sin red

ni circunstancias atenuantes,

derecho a estar enfermo y a observar con qué gozo se suicidan

las garzas amarillas.

A veces es mejor poner muy alta la música  

y no oír el teléfono,

quien te pueda llamar

seguro que ha leído esta mañana el periódico

y ante el triste cariz que están tomando las cosas te sugiere

una cena salvaje y un dignísimo

seguro de decesos.

No está ni mucho menos la vida para andar por la calle

entonando meaculpas o pidiendo perdón porque la muerte adelgaza,

el problema no está en la estupidez de las nubes

ni en la lubricidad de los geranios,

el problema es que a ti te han declarado barítono en la ducha y sólo puedes cantar

arias de Verdi,

tú no tienes la opción de responderte a una sola pregunta

que afecte a tu destino,

pero puedes errar, dejar que piensen

que te has vuelto malsanamente loco y al llegar a tu casa

quemar todas las fotos y sin mirar a nadie

morirte de un infarto.