Intensa.loretta

Nuestras tempestades

Con los besos húmedos y el calor de nuestras manos
Empañamos los vidrios de aquel coche que nos refugiaba.
Bajo el camuflaje de la llovizna fría y el ocaso,
Nuestros cuerpos ansiosos, ávidos, se buscaban.


Tu respiración en mi cuello, tu lengua en mi boca.
Mi corazón acelerado, mis pensamientos volando.
Tus manos buscando más allá de mi ropa…
Mi piel erizada esperando, deseando, vibrando.


Quiero más que esto, más que tocarnos y desearnos.
Siento que exploto, que no aguanto, que me pierdo.
No tengo control, no pienso… solo siento.
Tu respiración aumenta, ya sabes lo que anhelo.


Mi mano sobre tu pierna, subiendo, buscando tu miembro.
Tus manos despejando mi ropa, encontrando mi sexo.
Tocarte la piel, sentir el calor y la humedad de tu falo erecto.
Sin pesar, sin pudor ni vergüenza, entregarte mi cuerpo.


Saborear tus besos, embriagarme en tu olor, sentir tu carne.
Mi humedad aumentando, mi cuerpo reclamando, desearte.
Sentir tus dedos abriendo camino hasta mi vulva, entregarme.
Lamer tu virilidad dulce y calcinante, saborear, tentarte.


Obscenos, perdidos, lujuriosos, enajenados…
Ya no existe ni tiempo ni espacio, estamos extraviados,
Mi cuerpo sobre el tuyo, mis senos despejados;
Entrelazados rendidos y abandonados sin descaro.


Guiarte a mi intimidad, ponerte hambriento, sediento;
Tu miembro penetrando despacio, suave y violento.
Tu boca en mis senos, desesperada, succionando y mordiendo.
Tus manos en mis muslos guiando, marcando y dirigiendo.


Poseídos y entregados, a nuestro ritmo suave y violento;
Deseosos del orgasmo, yo humedecida y tu explotando…
Tu néctar viril llenando mi caverna, yo acabando.


Estremecidos, ya en ruinas, quedarnos despojados,
Entregados a nuestras tempestades y abandonamos.
Hoy mi alma es tu sombra, tu cuerpo mi pecado.


Elaborado 08/06/2016

Editado 10/02/2018