Alejandro José Diaz Valero

Regalo matinal

 

Cada vez que el sol enciende

sus fulgures matutinos,          

los sonidos cantarinos

de las aves me sorprende.

Yo no se si ellas pretenden

regalarme la alborada,

porque van a mi morada

con insistente cantío,

Y no se callan, ¡Dios mío!

Hasta que abro la ventana.