Voy a desatarme de esta vida.
De esta caduca y ancestral historia
de cadenas y grilletes
de secretos sepultados
en el baúl arcaico de las formas.
Formas de vivir escrita por los monjes
hipócritas banales melindrosos.
Formas puntiagudas como dagas
pulidas listas afiladas
para cortar gargantas
sin anestesia
documento
aviso
sin una gota de rubor humano.
Así consiguen defraudar al hombre.
Tiñen de rojo el amor pasión
con esa daga sumergida en sangre.
No es el amor un pecado andante.
Esa es la fuerza que mueve los andamios
de la totalidad Universo .
Voy a desmontar el pentagrama
combinaré las notas a mi antojo
y escribiré una canción de libertad.
Defenderé mi voz con mis garras de acero.
Caminaré sin prisa.
Escupiré a las horas.
Destruiré el reglamento de los necios
y con mis pies descalzos embarraré sus símbolos.
Adiós diré al hipócrita tiempo
de no gritar mis orgasmos vivos.
Yo besaré en la calle a mi bellaco amante
lo abrazaré tan fuerte como un fuego candente
y me reiré de todas las falacias
de los rituales frígidos detrás de los altares.
Viviré al borde de todos los excesos
porque no me conozco sin amarras.
Quiero saber cómo soy
viviendo sin fachadas.
¿Será nacer en otro mundo irónico?
¿Será un latido vigoroso y sano
soltar la soga que inventaba escándalos?
Beatriz Ojeda
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