argantonio

Alimento celestial

En vuestra esplendorosa cabellera

Sólida y hospitalaria quiero refugiarme

Quien me busque no sabrá encontrarme

Yo, mientras estaré en el paraíso de tu eterna primavera.

 

Beberé tu sudor, me alimentaré con tu leche

Dormiré despierto la dulce siesta

Festejaremos juntos la anónima fiesta

Y no dejaré que el furtivo cazador te aceche.

 

Ven, conozco un lugar

Con una tranquila fuente

Creado solo para amar.

 

Te enseñaré un secreto

Que tengo en la mente

Tan dulce, como este soneto.