Johan Molobo

Alma vieja

A veces creo a mi alma vieja,

como hada que llora al río,

a la sierra de su nostalgia;

la senil amiga de los recuerdos

que se disfrazan de presente.

 

 

La voz de mi padre es ahora

una reliquia de oro extinto;

y su casa y su ángel mudaron

ruinas al museo de mi ánimo.

A veces creo a mi alma vieja.

 

 

A veces creo a mi alma vieja,

cuando los días me pesan,

cada uno más que el otro.

Se arruga la piel de la esperanza

y tiemblan las manos del optimismo.

 

 

Tantas canciones canta el mundo,

y no quiero oír ninguna;

estos oídos prófugos, extraviados,

paridos en un circulo errado del tiempo.

A veces creo a mi alma vieja.

 

 

A veces creo a mi alma vieja;

cuando la encuentro divagando,

yendo de pesca al lago seco,

coloreando en vano la ventana,

o callada como la muerte.

 

 

A veces creo a mi alma vieja,

a la juventud del mundo ausente,

el alba herida de muerte.

A veces creo a mi alma vieja.