Jose Adolfo

Mi patriapueblo

Paulatina fenece

vorágine vacía de sentimientos

hurga tragedias

 

Llegan las 12 de mediodía

en Palacio sirven a la carta

mientras

lánguidas humanidades escudriñan horizontes

inciertas

las familias padecen ausencias

sonámbula

la muchedumbre deambula

va dejando agónicas huellas

 

Repica la sirena

continuación de faena

silencioso el hombre vuelve

intenta otro final

impera otro deseo

acumulado

indigna