Alberto Sadness

El limbo de tu recuerdo.

A un compás de dos cuartos

tu voz resuena en el pasado,

con lágrimas que lloran muertos

como su último hálito a tu beso.

 

Con el molde de tu piel que amaestró a mis manos,

con ello sigo con el corazón a piel quemada

y ahora me arto de penetrar a musas que no son nada,

pues se ha jodido el timonel de nuestros letargos.