Abraham Emilio

Los segundos que rompen la calma

brillarán las noches que no duermo

punzando al pecho el trozo de tu adiós

y es que no es fácil tener

carga emotiva

un cariño que se pierde en las sábanas

o que se fundan con la colcha

y no existe dolor que duerma junto

a los dardos silente

saldrá de noche el sol

la luna aclarará el otoño

y los segundos gritarán

hasta convertirme en tejido de 

nervios