Edwin Kenys Chacón

Recuérdame

Recuérdame cuando las nubes pises
en los días cuando vayas a volar
y salga mi sol en tus días grises,
cuando lejos nos hemos de encontrar.

 

Recuérdame en cada caricia,
que regalé a tu extranjero pecho
y que te provoque una sonrisa,
regresar junto a mi, en mi lecho.

 

Recuérdame en los fuertes abrazos,
esos que unieron nuestros corazones,
y esté contigo yo, en tus pasos,
en tu mirar y en tus canciones.

 

Recuérdame en los ojos que veas,
dibújame en el viento que pasa
y que siempre mi corazón sea
para tus ojos sicilios, su casa.

 

Recuérdame en todos los aviones
siénteme al rugir de las turbinas,
porque allí nacieron mis ilusiones
que hoy juntaron nuestras vidas.

 

Recuérdame en tu fuerte saloma
saloma que es mi gran perdición,
porque mis tambores ella doma
en tu boca repleta de seducción.

 

Recuérdame cuando te olvides de mi,
recuérdame cuando el tiempo no sea,
recuerda siempre lo que soy para ti,
aún cuando mis ojos ya no te vean.