Ezequiel Hugo Gonzalez

Sobre la muerte y mi cordura

Alguien metió su dedo en alguno de mis ojos.
Y te conoci a vos, muerte.
Y a tus besos buenos.

El diablo me decia que si, que si.
Que todo podía ser.
Y su abogada, linda.
Con sonrisa de comunista.
Se reia.

Y al final se fueron todos.
Estaba lloviendo.
Y había mucha neblina.
Todo borroso.
Y al final me dormi.