Betty Romero

Retazos de cielo

Le pregunté si le gustaban

las madrugadas,

se quedó mirándome,

la miré también.

Deduje que sí

porque toda esa chispa

que salía de sus ojos

se debía a que el alba

había anidado en ellos.

¿Cómo si no?

Le pregunté

si por las noches

observaba el firmamento,

me volvió a mirar

como la primera vez,

y la contemplé sin más;

creí casi asombrado

que todo ese polvo de estrellas

que se desprendía de su mirada

caería sobre mí.

Para que esos ojos tan bellos

vistan el misterio de la noche

no debes dormir supongo…

inquieto volví a acosarla,

y sin siquiera parpadear

sostuvo la respiración.

Que los sueños te despierten

murmuró el silencio.

La claridad invadió el recinto

y vi una sonrisa dibujando su cara

con algo de noche en sus ojos

y retazos del alba en su mirada.