Carlos Güell

AYER TE VI

 

 

Ayer te vi, fijamente, tiernamente,
te miré a los ojos, en otro rostro, con otro cuerpo, en otro nombre.

Te vi a través de tus años de poesía infinita, perfecta, como la Musa amada a travez de un tiempo que no cesa.

Ayer te vi aguardándome en la orilla de aquel mar que nos separa, hechizada por la luna y marcada por la espera.

Te vi deseándolo todo, abriendo tus alas al olvido, con un destino inquietado por la esperanza de un nuevo comienzo.

Ayer vi tus pensamientos desnudos, tu alma en un hilo, las ganas de pertenecernos, de vivirnos libremente y sin espectros...

Te vi y ardí, tu fuego avivó mi llama,
arde en mí las ganas de volver a verte, extrañándome en tu orilla, en otro cuerpo, con otro nombre, un placebo que me deje en calma.

Ayer te vi...

C.