Cyrene

Eres

Eres,

de mi madrugada umbra

la brisa que dispersa la bruma,

la luciérnaga que zigzaguea,

el tacto intacto de la nuca en vela,

la lluvia cálida que mi flor espera.

 

Eres,

el temblor tierno de mi barbilla,

de mis ojos el iris irisado,

el amor del alma que mora con calma,

el ideal lago que leal moja mi cuerpo

y en mis sienes detiene el aire con un suspiro.

 

Eres,

el remanso inquieto de mis jirones,

el Grito de Munch que en silencio atrapa,

el nervio que de mi vena escapa

y escala y cala entre los muros

de mis senderos despoblados.

Eres.