Ana Belén Jara

A R R U G A N D O

Las pocas ganas de despertar de aquel alargadísimo ritual.

Las pocas ganas de amar de quien te despeina al azar,

te entreteje en sus dedos,

te mete entre las sábanas y te abandona allí.

Las pocas ganas de querer crear horizontes del revés que tanto había estipulado.

Las inexistentes muecas del placer que resultaba lo cotidiano.

Me estás matando poco a poco, arrugando mi papel,

abatiendo este desalojo,

la añoranza,

hasta desprender.