Idoia

¡DÉJAME LIBRE!

 

Te diviertes jugando

con los hilos que mueven

los sentimientos.

 

Los tensas y relajas

sin importarte

los latidos del corazón.

 

Y en cada nuevo juego

sangro,

sangro y recelo,

desconfío y me ahogo

en un nuevo temor a equivocarme,

de volver a sumergirme

en turbulentas aguas de agonía.

 

Déjame respirar,

no me robes el aire,

no me arranques las alas

cada vez que me crezcan.

 

Si nada sientes al verme así,

¡déjame libre!.