Fantasma de Nadie

Sometido

Me siento las cadenas y las fauces

de sus eslabones en mis muñecas.

Quitadme la vida en el cautiverio,

que no quiero más celdas.

 

En prisiones polvorientas y naves

industriales se divide mi cuerpo.

Quitadme la vida atado a una estaca,

estos ojos de preso.

 

Mi cárcel es de carne y no de hierro,

pero somete más que cualquier otra.

El día que el sol salga en esta celda

escapará mi sombra.