Walter Trujillo Moreno

EL DIALOGO POR UNA NUEVA VIDA

El cielo se abre y presenta su mejor coreografía,
los ángeles y dioses se visten de gala y flores,
danzan, cantan al futuro y alegría
tú feliz, sonriendo al mundo.

 

Noches, tardes y días pensando en el mañana, pasado mañana y el futuro,
noches sin dormir; soñando despierta y comparando todo lo posible,
esperando una señal del destino, de dios o de días mejores.
La felicidad no es un juego, es una realidad que día tras día se revisa,
analiza, medita, reflexiona y al final termina incompleta,
muchas veces empezamos de nuevo.

 

De pronto una nueva situación,
sentimientos equivalentes, necesidades parecidas
 e intereses comunes,
la vida continua desde un nuevo cero,
tras el punto que finalizó  mi vida individual y solitaria,
 ahora soy dos, soy un unidad, seré una familia.
Tú eres mi amigo y compañero imprescindible,
necesario, a veces no te veo, pero sé que siempre estas a mi lado.

 

El pasado se convierte en un bello recuerdo,
 fuente de energía y muchas veces en sonrisas;
especialmente cuando me siento sola o pienso que voy a perder.



El futuro no lo conozco, esta tan cerca y lejos de mis ojos, deseos, posibilidades y expectativas. El presente esta sobre mis pies, cubre mi cabeza y me presta espacio y tiempo suficiente para vivir lo planeado, gozar lo propuesto, llenar mi corazón, tranquilizar mi espíritu y alma.

 

Soy como una flor bella a su manera y diferente a tu manera.

 

Mis palabras  se convierten en algo más que aire y suspiros,
son señales de cómo me siento y son el reflejo de todo lo que llevo a adentro.
Me gustaría vivirlo afuera, compartir una y otra vez hasta que llegue la noche y un nuevo día lleno de sol bañe nuestra cara  y abra la puerta de un presente nuevo.

 

No quiero sentirme nunca sola, ni triste, mi vida tiene dos sentidos, muy pronto más sentidos. Me gusta la idea de compartir, sonreír y llorar juntos, correr, gritar por el mundo, que tengo un corazón que lo comparto con gusto y voluntariamente.



Tengo dos razones, dos oportunidades, dos intentos para sentirme feliz y contenta;
razón para pensar que el mundo me pertenece. De ahora en adelante no importa lo perfecto,
exacto, inconfundible; sino el hecho de que soy mujer,

una persona afortunada y un ser digno.

 

No necesito la opinión del mundo,
la tendré en casa y me acompañara como un talismán,
no deja de iluminar,
ni se cansa de preguntarme si estoy feliz,
ni de averiguar que deseos tengo
ni de adivinar si quiero mirar figuras en colores o movimiento.
Ofrecerme simplemente mirar juntos la luna, estrellas, los dioses extraviados
o tirarnos en el pasto y pensar en nada. Sin importar el tiempo, ni que tengo, ni que quiero.  Tú sabes lo que quiero, yo sé lo que quiero, sabemos lo que queremos.
Ahora estoy en el viento, en las plantas,
en los recuerdos, en tus lágrimas,
en tus deseos y caricias.

 

El Universo esta de mi lado, es mi hermano,
mi confidente, mi compañero, mi amigo eterno.
Uno de sus mejores  seres ahora está a mi lado,
me sonríe,
me acaricia,
me espera,
me añora,
sueña cada noche conmigo.



No se cansa de decirme que me necesita,
siempre dispuesto a ofrecerme su aliento,
pensamientos y deseos.



Algún día seré dolor, tu mejor medicina,
siempre estaré ahí para ti y
tú estarás siempre ahí para mí.

 

Las palabras son aire y se las lleva el viento,
tus pensamientos y acciones;
mis pensamientos y tus acciones,
 mañana serán destino.

 

Soy feliz, muy Feliz, extremadamente Feliz, eternamente feliz, llena de felicidad

 

Por Walter Trujillo Moreno, Septiembre 2017