Ana Belén Jara

A L O L E J O S II

Cuando las manchas son piel que se estremece ante un atardecer,

ese cuerpo roza el rojo de la arcilla herida.

Roza mis manos,

mis mejillas ensombrecidas ante lo que no ves de mí,

sienten la caracola que se abre en entre los poros,

respirando el aroma del sol.