Jose Adolfo

La plaza

Nada

todo enmudece

los laberintos

sus esquinas

esconden canturreos

 

La brisa del río

procura calma

los últimos latigazos 

encandilan la memoria

navega a la deriva

 

Lo vivido se trasmuta

sobreviviente acecha el olvido

la plaza 

huele a poesía

el mármol calla