Preguntan el porqué de mi soledad, 
 El porqué de mi continua tristeza; 
 Preguntan cosas relativas a mi edad; 
 A veces las contesto, otras las evado; 
 Total, si estoy soltero o casado, 
 Tan sólo a mí me interesa. 
 Trato de hablar con la verdad, 
 Aunque a veces lágrimas me cuesta, 
 Pero en las cosas de mi intimidad... 
 Tan sólo tú figuras en ella, 
 Diosa de mi alma, mi reina bella; 
 Mi verdad, tú sabes que es ésta. 
 La razón de mi soledad tú la tienes, 
 Porque no estás ahora a mi lado; 
 Un dolor agudo penetra mis sienes 
 Y hay un tormento en mi mente; 
 Se me borra el tiempo, no hay presente, 
 Ni futuro... ¿y a dónde se fue el pasado? 
 Yo tendré la edad que quieras ponerme, 
 Puedo ser niño, joven o anciano... 
 Lo entenderé si no puedes creerme, 
 Estoy enloqueciendo poco a poco 
 Y no se le puede creer a un loco 
 Que ya hasta se olvidó de que es humano. 
 ¿Por qué siempre estoy triste? 
 ¿Por qué me acompaña esta pesadumbre? 
 No lo sé, será porque me quisiste 
 Y luego dejaste de hacerlo...será. 
 Trato de acostumbrarme, de olvidarte ya, 
 Pero no me adapto a esa costumbre. 
 Tengo entre mis sienes un dolor profundo, 
 Hay una lágrima contenida en mis ojos; 
 Hay nostalgia en mi vida y en mi mundo; 
 Hay dolor en mis pensamientos, 
 De ver pisoteados mis sentimientos 
 Por culpa de tus antojos. 
 Ya no quiero escribir más, no quiero; 
 Es mucho dolor para un solo hombre; 
 De nada me ha valido ser sincero, 
 Ni tratar de mantenerme cuerdo, 
 Para borrar por fin de mi recuerdo 
 Todas las letras de tu nombre.