Miachael

¡Dile! que esto pronto acabe.

Tú, madre desesperada

solo sientes sufrimiento.

Sabes  que la noche y el viento

saben dónde fue tirada,

¡quizás! bajo agua enterrada.

Sin cuerpo en tierra bendita

pides a dios una cita,

pides que la encuentre un santo

y así duerma en camposanto

junto a la ría maldita.

 

¡Venga! Bartolo recoge

sus sueños esos de artistas

y sueños de deportistas

porque el cielo los acoge.

Y unas cuantas flores coge,

¡ponlas! donde nadie sabe

para que el cruel las alabe

jamás podrá alma salvad.

¡Dile madre!, di verdad

¡dile! que esto pronto acabe.

 

¡Y mira! hermano mayor

que andas ocultando rostro.

Todos tenemos un mostro

donde fluye su color,

unas veces de traidor

de un hermano tan perdido

que intenta ver lo vivido,

¡y otras!, no dejamos ver

que nos vamos a barrer

a pesar de hermano hundido.

 

¡Dile madre!, di verdad

¡dile! que esto pronto acabe.