FHER77

Miedos

Ahora te recuerdo… nos sentamos sobre la sal del mar mirando rojo fuego del cielo, deleitamos nuestras bocas con aromas amargos escondidos entre el tiempo perdido, mientras la lluvia de tu alma inmóvil se quedó pálida al ver la terrible oscuridad en tus ojos, fueron los ángeles y los demonios quienes se abrazaban en continuas batallas terrenales por las almas ajenas, semillas que destilan muerte y engendran dolor, porque les fue negada la felicidad.

 

Inquietas quedan aquellas musas... amantes de la sangre que liberaron con placer y sin piedad, cabalgaron apasionadas por las mentiras, mientras manchaban los espacios de sonrisas con el tinte irónico del desamor, pero te dejaste convencer, ahora me hundo entre arenas movedizas justo a la entrada de tu imperio y pienso… ¿acaso vale la pena?, ¿Por qué siento que muero antes de nacer?

 

Ya basta, no me beses con tu fatal mirada, esa que me arrodilla ante tus pies y que somete mi cuello al yugo de tus golpes porque lo prefiero antes que probar el terror que me provocas, suplico que liberes mis sueños, pues éstos no te pertenecen aunque existan vestigios de tí en ellos, ya no provoques mi irá pues desatas un implacable trueno y será esa la causa que me dará la razón para azotar tú corazón contra la gran muralla de viento que veo en el fin de mi mundo... yo, sé que quieres destruirme y poseer mis tardes bañadas de sol en el verde sendero que existe junto a la palma en la que descansa mi cuerpo, pero de mí solo obtendrás el crudo y blanco invierno.

 

He aquí pues una última propuesta… ¡quédate conmigo! y siéntate a mi diestra mientras nos inunda la sed de la muerte y desfilan frente a mi todos mis temores, así comparto contigo el único espacio que me queda inerte, después te buscaré en aquellas memorias que aún no se traga la amnesia… si, ahí vivirás por siempre perdida… en el paraíso de mi Infierno.