Ӈιρριε Ʋყє ☮

Vino, me lastimó y se fue

Cuando tenía ordenado
meticulosamente
mi tetris de recuerdos
Cuando había alcanzado
la paz involuntaria
del ciego día a día
Cuando al fin se acallaron
—a fuerza de ignorarlas—
las voces del rencor.    

 

Cuando ya no hacían falta
los tres whiskies sin hielo
Cuando empezó a formarse
la fina cascarita
sobre la herida expuesta
que dejó de sangrar
Cuando pude tapar
los recuerdos ingratos
con memorias de amor.    

 

Cuando ya estaba envuelto
con papel y con moño
el paquete preciso,
cuidadoso y puntual,
de mis propios errores
Cuando había perdonado
con magnánimo gesto
la múltiples mentiras,
el engaño traidor.    

 

Cuando estaba olvidando,
o empezando a olvidar….    

 

Bajó del cielo el ángel necesario
que convocó pasiones no olvidadas
reconstruyó el altar, peló el sagrario,
puso en la Mesa su hostia consagrada,
sacó mis sentimientos del armario,
y le bastó tan sólo una mirada
pa que yo vuelva a caer como un otario….    

 

Y cuando menos
yo lo esperaba
sacó el puñal
y me mató...   

 

Compañeros poetas:
guarda con los fantasmas del pasado.
Somos almas sensibles, y sujetas
a que nos claven la lanza en el costado.