Zoraya M. Rodríguez

**-Deseos-**

Suave prisa,

como la brisa que aún toca,

más a mi piel llena de estupores,

¡¿deseos?!, ¡me vuelven loco!,

¡¿desquiciado?!, ¡se alteran mis nervios!,

y en silencios te quiero a tí,

como la lluvia calmar mis deseos,

mojar mi piel desde, ¡adentro!,

como fingir el cariño que hoy me das,

¡no!, ¡no!, ¡no!,

es saber que el amanecer se vé el sol,

y contemplar y consolar la suave brisa,

que calma mi angustia,

más condescendiente, más clandestina,

que aún no toca lo suave del deseo,

como la pena del dolor,

que es tersa como la piel,

sin más que el cansancio se llena de bondades,

y se pierde todo en derredor,

porque la lluvia calma el calor,

y la fiebre baja centímetros,

desde que el hechizo permite,

el frío tenue de la suave serenidad,

¡¿deseos?!,

sí, unos cuantos no más,

desde que poseo,

el calor suave de la angustia,

no me da la vida para llegar amarte,

para terminar lo que comenzó,

por eso es que tengo tantos deseos de tí,

desde que el silencio,

se hizo como cometa de luz,

mediante el frío y calor,

porque son sólo deseos de tu alma,

que quiero y no calma por tí, todo mi amor...