Liaazhny

Un día de reyes

Un día de reyes.

Era una noche como hoy, cinco de enero,las calles del centro de la ciudad eran un caos, había reyes magos por todos lados, por supuesto, tantos medios de transporte en las calles hacían difícil la circulación. Mi esposo y yo nos dirigimos a un rezo de novenario de la madre de nuestro compadre y ya muy entrada la madrugada regresamos a casa jijiji, ya con nuestra capa puesta y los regalos de nuestros hijos.
Los sucesos ya estaban escritos, bajamos de nuestro pequeño elefante, (en aquellos años un vocho blanco) y al buscar las llaves del portón para entrar, nada... regresamos al auto , buscamos debajo de los tapetes, en los asientos traseros y nada, en la calle, en nuestros bolsillos y nada.
Mi esposo hizo sonar un candado en el portón, tocamos el timbre, gritamos y nada. Ya habíamos lanzado los polvos mágicos para que los niños durmieran profundamente,por eso por más ruido que hicimos no nos escucharon.
Después de un gran rato, mi esposo me dijo que tendríamos que brincar el barandal, subió él primero y ya adentro me pasó una pequeña escalera para que yo pudiera subir, al principio me gustó la idea , empece a escalar y cuando llegué a la parte más alta, tuve miedo y sin pensarlo dos veces me
regresé, aún con la insistencia de mi compañero de que siguiera, que el me cuidaría ...hice caso omiso bajé más rápido de como subí y cuando creí que ya estaba a un escalón del piso, creo que se enredo mí capa y zasssss plum cata plum.... caí como un saco de papas y rodé hasta abajo de la banqueta, quedé allí, tirada y mi esposo no sé ni cómo lo hizo, pero inmediatamente llegó a mi lado, ahhhh, ya sé, hizo magia.
Con cariño me ayudó a levantarme y me consolaba, porque del dolor a esa hora ya estaba llorando. Abrió la portezuela del coche y me ayudó a sentarme en el asiento trasero y que creen?? Allí sobre el tapete estaban las llaves que tanto habíamos buscado. Las tomamos y con más calma entramos, colocamos los regalos a un lado del árbol, justo donde estaban un par de tenis y unos zapatos. Fuimos a la recámara de los chicos y efectivamente, dormían plácidamente.
Al amanecer, los niños se levantaron muy temprano , el más pequeño fue a nuestra habitación a decirnos que los reyes magos si habían llegado y que le dejaron una carta. El mayor comentó más tarde si habíamos escuchado a los perros que ladraron mucho y su papá con una sonrisa de complicidad conmigo le respondió: Si hijo, esos reyes magos hicieron mucho ruido, miren como tiraron las macetas, creo que hasta se cayó uno!!
- Cual sería papá???
-Mmmmmm me imagino que el más gordito, tu qué opinas amor???

Y colorín colorado éste relato se ha terminado..
Feliz día de reyes!!!

D.R.A. Liaazhny/Enero 2018