El año, tiempo cíclico y diverso;
dios Jano traza el círculo incipiente
y atrae la intención de tanta gente,
que ve lo que ha faltado en el reverso.
Con ciencia de lo fausto y de lo adverso,
un sólido propósito presente:
usar no mi energía inútilmente
tratando de oponerme al universo.
Andar en contra de él sería gurdo,
hundir el pensamiento en el absurdo,
enfoque irracional opaco y feo.
Y aunque la tentación es muy humana,
a gusto ansiar el mundo es cosa vana,
¡el orbe no es mudable por deseo!
\"Jano, antigua divinidad latina a quien Saturno dio el don de ver hacia el porvenir y hacia el pasado, por lo cual se le representa con dos caras en las antiguas monedas romanas. Los romanos le consagraron los comienzos del año, del mes y del día, y dieron su nombre a Enero (Ianuarius).\"
\"enero (del lat. ianuarius; de ianua, puerta.) m. el primero de los doce meses del año civil; tiene 31 días. Los romanos lo consagraron a Jano, el dios de dos caras, que miraba al pasado y al porvenir. Fue uno de los dos meses (el undécimo) que se agregaron al calendario romano en tiempo de Julio César. Su piedra simbólica ha sido el granate.\"
[GRAN DICCIONARIO ENCICLOPËDICO ILUSTRADO DE SELECCIONES DEL READER\'S DIGEST, 1981.]